Nos levantamos medio zombies todavía para ir con Toni a buscar la furgoneta que se quedó durmiendo en el local de 13 Monos. Nos despedimos de él, muy agradecidos del trato con el cual nos han acogido. Ponemos rumbo para la capital, Madrid. Por el camino paramos antes de Ávila, al lado de la autovía, dirección a un pueblo llamado Salvadiós, donde comemos un menú en un hostal, que parece sacado de un western contemporáneo, justo pegado a una gasolinera. El sitio es curioso, digno de cortometraje. Seguimos, entramos ya en Madrid por Moncloa. Desde lo lejos ya se aliviaban las torres conocidas, como las de Poblenou en Barcelona. Nos vamos a un barrio muy cerca de Malasaña, a casa de Jaime de Caleiah.
Por la noche hay organizada una fiesta del sello en el Good Fellas, un bar al lado de la sala Sirocco, donde ellos mismos pinchan dentro de la fiesta de presentación de Caleiah Records. Se va llenando, y fuera la calle empieza a haber mucha gente. Nos reencontramos con gente de Salamanca, amigos asturianos y paisanos que también están en la capital. La noche es larga, pero el agotamiento del viaje nos gana y decidimos ir a dormir una vez se cierra el bar, Crusty se baja para el centro a ver que se cuece. Mañana es el último concierto de la gira!
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